En un operativo reciente, las Fuerzas Militares dieron de baja a Andrés Jaramillo, conocido por su alias “Chilingo”, líder de la Columna Teófilo Forero. Esta columna, vinculada a las disidencias de las FARC, ha estado activa en el noroccidente del Caquetá. Jaramillo, de 29 años, intentaba reconstruir la estructura criminal que en las décadas de los noventa y 2000 perpetró atentados terroristas, incluyendo el infame ataque con bomba al Club El Nogal en 2003.
La Columna Teófilo Forero, liderada por Iván Márquez, ha sido responsable de numerosos actos violentos a lo largo de su historia. Desde su fundación, esta organización guerrillera buscaba establecer un cuerpo élite dentro de las FARC. Su objetivo: llevar a cabo atentados y acciones de sabotaje. Uno de los episodios más oscuros fue el ataque al Club El Nogal, donde murieron 36 personas y más de 200 resultaron heridas.
El enfrentamiento mortal ocurrió en la zona rural de Belén de los Andaquíes, una región marcada por la presencia de grupos armados ilegales. Las autoridades recibieron denuncias de extorsión relacionadas con la comisión de finanzas ilegales de la Columna Teófilo Forero. Tras una meticulosa investigación, las fuerzas conjuntas del Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y la Policía ubicaron el escondite de los criminales.
Andrés Jaramillo era uno de los principales líderes de la comisión de finanzas ilegales de la Columna Teófilo Forero. Su muerte representa un golpe significativo para la estructura disidente de las FARC en el norte del Caquetá. Sin embargo, la lucha contra el crimen organizado y la violencia persiste en la región.
