El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha declarado un "estado de guerra" en respuesta a la creciente violencia narco en el país, comprometiéndose a enfrentar a más de 20.000 miembros de organizaciones "terroristas". En una entrevista con Radio Canela, Noboa afirmó que no cederán ante estos grupos delincuenciales y que están decididos a proporcionar paz al pueblo ecuatoriano.
Noboa destacó la labor de las Fuerzas Armadas de Ecuador en la defensa de la ciudadanía y anunció medidas más estrictas, incluida la construcción de prisiones de máxima seguridad al estilo de las implementadas por el presidente salvadoreño Nayib Bukele. Este anuncio provocó la furia de las bandas criminales, especialmente después de la reciente fuga de Adolfo Macías, alias "Fito", líder de la organización conocida como Los Choneros.
En el contexto de la situación carcelaria, Noboa propuso trasladar a la frontera a 1.500 presos colombianos actualmente en cárceles ecuatorianas. Según el presidente, estos presos ya tienen sentencias de cinco años o más ejecutoriadas, y Ecuador podría liberarse de su custodia de acuerdo con las leyes internacionales. Esta propuesta generó tensiones en la región, ya que Noboa sugirió que los presos podrían quedarse en la frontera.
Colombia ofreció ayuda a Ecuador en medio de la crisis, y Noboa respondió proponiendo el traslado de presos como parte de la colaboración. La situación plantea interrogantes sobre la cooperación regional y la gestión de la seguridad fronteriza en medio de la creciente violencia en ambos países.
El presidente ecuatoriano enfatizó que los recursos para abordar las bandas criminales provendrían de la ayuda financiera de países como Estados Unidos, Perú, Argentina e Israel, sin recurrir a impuestos adicionales para la ciudadanía.
La crisis en Ecuador, desencadenada por la violencia narco y la fuga de líderes criminales, presenta un desafío significativo para el gobierno de Noboa en su lucha por restaurar la seguridad y enfrentar a las organizaciones delictivas.
