EFE. Este programa de la ONU asegura que factores como la pandemia de la covid-19 o la pérdida de empleos, dificultades de acceso a la tierra, el aumento de precios de alimentos, el cambio climático y la escasez de insumos debido a la crisis en Ucrania «han llevado a los hogares a un alto nivel de vulnerabilidad económica».
Por otro lado, también expusieron una relación entre seguridad alimentaria y conflicto, ya que según el estudio la mitad de los hogares que han sido víctimas del conflicto armado padecen inseguridad alimentaria, en comparación con los hogares que no han sido víctimas donde el porcentaje de inseguridad alimentaria es del 28 %.
Según la Evaluación de Seguridad Alimentaria para población colombiana del PMA, realizada entre agosto y noviembre del año pasado, «los hogares con jefatura femenina, afrodescendiente o indígena, o en los que el principal aportante de ingresos no tiene estudios o trabaja en la informalidad son los más vulnerables».
Además, en los departamentos de la región caribe y pacífica la inseguridad supera el 40 %, siendo Sucre, Córdoba, Cesar (norte) y Chocó (oeste) los que presentan las cifras más altas del país, que incluso superan el 70 % en alguno de los casos.
IMPACTO EN MIGRACIÓN
El PMA también estudió el impacto en los migrantes, ya que Colombia acoge a la mayor cantidad de migrantes venezolanos en el mundo.
Al respecto, aseguró que «de los 2,5 millones de migrantes venezolanos en Colombia con vocación de permanencia, cerca de 1,3 millones, el 52 %, se encuentran en situación de inseguridad alimentaria«.
Según la encuesta, la mitad de los hogares de migrantes tienen consumo de alimentos insuficientes puesto que, según el comunicado del PMA, «la mayoría de los hogares encuestados consumen menos de tres comidas al día y al menos uno de cada cuatro hogares tiene una dieta pobre o limítrofe».
Los migrantes en tránsito y los pendulares (los que van y vienen del país vecino) son los que más padecen situaciones de hambre, ya que la inseguridad alimentaria roza el 73 % en estos sectores, mientras que más de la mitad de los migrantes retornados también padecen inseguridad alimentaria y el 43 % de comunidades de acogida están en esa situación.
Por último, según el sondeo, al menos un tercio de las mujeres que estaban embarazadas padecen de anemia, y se encontró que entre el 3 y el 5 % de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición aguda.
El año pasado hubo 21.337 casos de desnutrición aguda en menores de cinco años en Colombia, de acuerdo con el último boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS), que reportó también que un total de 308 niños de menos de 5 años murieron a causa de la desnutrición, sobre todo en La Guajira y el Chocó.