El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió este lunes a la situación en Venezuela durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, señalando que está “mirando a Venezuela con mucho interés”. Sus declaraciones se producen tras la juramentación de Nicolás Maduro para un tercer mandato, un proceso electoral ampliamente cuestionado por la oposición y parte de la comunidad internacional.
Trump sugirió que su administración podría detener la compra de petróleo venezolano como parte de las medidas para presionar al gobierno de Maduro. “Probablemente vamos a dejar de comprar petróleo a Venezuela. No lo necesitamos”, declaró. El mandatario argumentó que Estados Unidos cuenta con suficiente petróleo propio y que una medida como esta “cambiaría Venezuela bastante”.
El presidente también recordó el deterioro de la situación en Venezuela, describiendo al país como un “desastre” en comparación con su estado hace dos décadas. “Es un país que conozco muy bien por varias razones. Fue un gran país hace 20 años y ahora es un desastre”, señaló.
El secretario de Estado recién confirmado, Marco Rubio, también se pronunció sobre el tema durante su audiencia de confirmación. Rubio afirmó que Estados Unidos debe revisar las licencias que permiten a Chevron operar en Venezuela, argumentando que estas actividades generan miles de millones de dólares al “régimen” de Maduro.
Las declaraciones de Trump y Rubio reflejan la postura de su administración hacia el gobierno venezolano, marcando un posible retorno a políticas más estrictas similares a las implementadas durante el primer mandato del republicano.