Carter pasó sus últimos días en cuidados paliativos en su hogar, donde permaneció tras enfrentarse a una serie de complicaciones de salud. A pesar de su delicado estado, participó en las recientes elecciones, destacando su compromiso con los valores democráticos hasta el final de su vida.
En años recientes, el expresidente fue tratado por un melanoma agresivo que se había propagado a su hígado y cerebro. Este diagnóstico marcó una etapa crítica en su salud, que lo llevó a recibir atención médica especializada.
La familia Carter había mantenido discreción sobre su estado de salud en las semanas previas a su fallecimiento. A través de un comunicado, se limitó a confirmar el deceso sin ofrecer detalles adicionales sobre las circunstancias.
El expresidente dejó un legado de servicio público y dedicación humanitaria que se extendió más allá de su mandato presidencial, siendo reconocido internacionalmente por sus esfuerzos en favor de la paz y los derechos humanos.
EFE