EUROPA PRESS
El periodista mexicano Marco Ernesto Islas fue asesinado a las afueras de su domicilio en la ciudad de Tijuana, en el estado de Baja California, y, junto al cuerpo, los responsables de su muerte dejaron un «supuesto narcomensaje».
Así lo confirmó el padre de la víctima, el también periodista Marco Antonio Islas, quien, además, admitió desconocer el contenido del mensaje en la escena del crimen, pero sí apuntó que «tiene que ver con que llegó la nueva administración» de algún grupo dedicado al narcotráfico.
Además, en un mensaje publicado en sus redes sociales, el progenitor de Islas dijo que su hijo habría recibido hasta cuatro disparos de arma de fuego.
Asimismo, según recoge el diario ‘La Jornada’, vecinos del lugar habrían visto huir del lugar de los hechos a dos hombres. Más tarde, la Fiscalía General del Estado de Baja California confirmaron la detención de uno de los presuntos autores del crimen.
En este punto, la Fiscalía añadió que, con base a los propios familiares, Islas ya no ejercía la profesión periodística, pues la habría abandonado hacía tiempo por «motivos personales».
El asesinato de Islas es ya el tercero de un periodista en Tijuana en lo que va de año y el quinto a nivel nacional. El fotoperiodista Margarito Martínez fue asesinado frente a su casa en lunes; el 10 de enero fue asesinado Luis Gamboa en el estado de Veracruz; el 23 de enero se notificó la muerte de Lourdes Maldonado, mientras que Roberto Toledo fue asesinado a comienzos del mes de febrero en el estado de Michoacán.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) informó de que, en los últimos 30 años, cerca de 140 periodistas fueron asesinados en México, lo que convierte al país en uno de los más peligrosos para ejercer la profesión.