Las olas de calor que azotaron Europa a lo largo de 2022 provocaron 16.300 muertes, en un año en el que la temperatura en este continente estuvo 2,3°C por encima de la media preindustrial (1850-1900), utilizada como referencia para el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Son cifras de la base de datos internacional Eventos de Emergencia (EM-DAT) recogidas en un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus difundido este lunes.
Europa registró en 2022 su verano más cálido de la historia y para países como Alemania, Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Reino Unido y Suiza fue el año más cálido de su historia.
«El estrés térmico sin precedentes que sufrieron los europeos en 2022 fue uno de los principales causantes del exceso de muertes relacionadas con el clima en Europa. Por desgracia, esto no puede considerarse un hecho aislado o una rareza del clima», según el director del C3S, Carlo Buontempo.
En este sentido, ha advertido de que la evolución del sistema climático muestra que este tipo de sucesos forman parte de un patrón «que hará que el estrés térmico extremo sea más frecuente y más intenso en toda la región».
Según los datos de EM-DAT, los riesgos meteorológicos, hidrológicos y climáticos -tormentas, inundaciones, incendios forestales, corrimientos de tierras y temperaturas extremas- se cobraron el año pasado un total de 16.365 vidas y afectaron directamente a 156.000 personas.
El 67 % de los sucesos estuvo relacionado con inundaciones y tormentas, que representaron la mayor parte de los daños económicos totales, cuya factura ascendió a 2.130 millones de dólares (1.944 millones de euros al cambio actual).
Mucho más graves, en términos de mortalidad, fueron las olas de calor, que concentraron el 99,6 % de las muertes, según el informe sobre el Estado del Clima en Europa en 2022 de la OMM y C3S, que se resume en aumento de temperaturas, escasez de precipitaciones, más incendios forestales y un deshielo de glaciares sin precedentes.
El documento confirma que Europa se ha calentado el doble que la media mundial desde la década de 1980, con repercusiones de gran alcance en el tejido socioeconómico y los ecosistemas de la región.
En 2022, la temperatura del Viejo Continente estuvo 2,3°C por encima de la media preindustrial (1850-1900), utilizada como referencia para el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
La segunda edición de este informe coincide con la celebración en Dublín (Irlanda) de la sexta Conferencia Europea sobre Adaptación al Cambio Climático y busca proporcionar datos ajustados a las necesidades específicas de cada región para que puedan mejorar sus estrategias de adaptación y mitigación.