El mandatario ruso Vladímir Putin celebra este martes 25 años en el poder, marcados por su liderazgo absoluto y la construcción de un sistema político vertical. En este tiempo, ha enfrentado varias guerras, impulsado reformas constitucionales y consolidado un estilo de gobierno que desafía las normas democráticas.
En un mensaje transmitido por televisión con motivo de Año Nuevo, Putin destacó los logros de su gobierno, afirmando: "Aún nos queda mucho por hacer, pero podemos estar orgullosos de lo que ya se ha hecho". La declaración, que evita mencionar explícitamente la guerra en Ucrania, refleja su enfoque en un mensaje nacionalista.
El líder ruso también dirigió palabras a los militares, señalando que "los pensamientos y esperanzas de millones de personas en toda Rusia están junto a nuestros combatientes y comandantes". Este mensaje refuerza la narrativa de apoyo interno a la intervención militar en Ucrania.
A lo largo de su mandato, Putin ha descrito su gestión como una salida del caos político y económico que marcó la Rusia posterior a la disolución de la Unión Soviética. En alusión a esa época, dijo: "Nos hemos alejado del borde del precipicio", destacando el rol que ha desempeñado en lo que considera una recuperación nacional.
Putin ha utilizado símbolos históricos y culturales para reforzar su poder. Desde su apoyo a la Iglesia Ortodoxa hasta la promoción del nacionalismo ruso, ha vinculado su liderazgo con una visión mesiánica de Rusia como potencia global.
La consolidación de su mandato alcanzó un nuevo nivel con las reformas constitucionales que le permiten permanecer en el poder hasta 2036. Este cambio marcó un punto de no retorno en su gestión, bajo la premisa de lo que describe como un mandato cuasi divino.
Durante la pandemia de covid, Putin gobernó desde el aislamiento, lo que coincidió con la decisión de invadir Ucrania en 2022. Esta fue la primera invasión de un país europeo desde la Segunda Guerra Mundial y marcó un punto de inflexión en su estrategia política y militar.
La retirada estadounidense de Afganistán fue vista por Putin como una señal de debilidad en Occidente. Este análisis, según expertos, lo llevó a subestimar la resistencia ucraniana y a creer que la invasión sería rápida. Sin embargo, la prolongación del conflicto ha demostrado lo contrario.
Las críticas internacionales y los errores en el manejo del conflicto han sido temas recurrentes. Analistas señalan que Putin basó sus decisiones en informes erróneos de inteligencia que predecían una rápida caída de Kiev y el retiro del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Además de los desafíos externos, el gobierno ruso enfrenta tensiones internas. Los opositores al régimen, como Alexei Navalny, y otras figuras destacadas han sido blanco de represalias que reflejan la intolerancia del Kremlin ante cualquier disidencia.
El control absoluto se extiende a otros ámbitos, como la cultura, la educación y la tecnología. Putin ha señalado que estas áreas forman parte del frente interno en su lucha por mantener una Rusia independiente y autosuficiente.
Sin embargo, las grietas en el sistema son cada vez más evidentes. El conflicto en Ucrania ha puesto de manifiesto las limitaciones tecnológicas y económicas del país, además de los problemas de corrupción que afectan al ejército y otros sectores clave.
El incidente protagonizado por Yevgueni Prigozhin, líder del Grupo Wagner, expuso tensiones internas en el régimen. Su fallido intento de sublevación y posterior asesinato destacaron la fragilidad de un sistema que depende en gran medida de la lealtad de sus estructuras.
Errores recientes de los servicios secretos han generado cuestionamientos sobre la eficacia del aparato de seguridad ruso. Casos como el asesinato de un general en Moscú han desatado la ira de Putin, mostrando fisuras en el control interno del Kremlin.
En el plano internacional, Rusia se enfrenta a crecientes críticas y sanciones. Su modelo de exportar influencia mediante el uso de la fuerza ha perdido eficacia, mientras que su capacidad para liderar un bloque alternativo a Occidente se encuentra en entredicho.