Pocas veces la capital española ha vivido un temporal de nieve como el que tuvo lugar el pasado enero a causa de la borrasca Filomena. Fueron dos días de contrastes, de caos y de estampas inimaginables: los madrileños salieron a las calles con sus esquíes por la Gran Vía, hubo “guerra” de bolas de nieve en la Puerta del Sol y los niños jugaron con sus trineos por las calles de la ciudad, pero también se presentaron muchos afectados con el temporal. Carreteras colapsadas, viajeros atrapados y daños en los parques de la ciudad que, según el Ayuntamiento de Madrid, suman ya 1.398 millones de euros en pérdidas.
En parques históricos como El Retiro se han visto afectados alrededor de 32.500 árboles y permanecerá cerrado por dos meses mientras se realizan las obras de recuperación.
Desde el año 1971 no se vivía algo similar. La nieve estuvo cayendo ininterrumpidamente durante más de treinta horas entre el viernes 8 y el sábado 9 de enero, lo que causó acumulaciones de hasta 50 centímetros de nieve en zonas de la periferia y temperaturas gélidas de hasta 12 grados bajo cero.
Según la Agencia Estatal de Meteorología AEMET, el temporal fue excepcional y uno de los más intensos en los últimos cincuenta años.
Estas fueron algunas de las impresionantes imágenes que dejó la excepcional nevada en lugares emblemáticos de la ciudad como la Plaza Mayor, la Gran Vía y la Puerta del Sol.