El exjefe guerrillero estuvo cerca de ser detenido por una circular roja de Paraguay, que lo pide por el secuestro y asesinato de la hija de un expresidente de ese país. Sin embargo las gestiones de Cuba con el gobierno de izquierda de México lo ayudaron a salir de la situación y regresar a Colombia.
El exnegociador de paz de las Farc Rodrigo Granda, retenido en México por una orden de captura internacional, regresó a Colombia para evitar ser enviado a Paraguay, país que lo solicita por asociación criminal, secuestro y el homicidio doloso de Cecilia Cubas, hija del expresidente Raúl Cubas.
«Estamos todavía aquí en Migración en diligencias, pero todo está bien. Permiten sin cortapisa ninguna mi ingreso a Ciudad de México, pero yo he decidido más bien devolverme a Colombia”, declaró el exjefe guerrillero, que llegó en la mañana de miércoles a Bogotá.
Granda, de 72 años, es conocido como el «canciller» de las Farc, y resultó involucrado en el caso de Paraguay por correos con guerrilleros paraguayos que cometieron el crimen y por revelaciones del computador de ‘Raúl Reyes’, en el cual se estableció el contacto de las Farc con el grupo criminal. Granda, aparentemente, los asesoró para cometer el secuestro.
Según el diario El Universal de México, el gobierno mexicano decidió no activar la circular roja de la Interpol por la inmunidad que tiene en virtud del Acuerdo de Paz firmado en el 2016 y simplemente rechazó la entrada de Granda al país.
Este martes en la noche, la ONG Human Rights International, a través de su cuenta de Twitter dijo: «La Cancillería mexicana no detuvo a Rodrigo Granda, sino que rechazó su entrada al país. Si bien la Alerta Roja de Interpol la emitió Paraguay, se prevé que sea enviado de vuelta a Colombia hacia las 5 a. m.».
En el regreso de Granda a Colombia fue posible no solo por la colaboración del gobierno mexicano de izquierda sino por la de Cuba, garante del proceso de paz, que tiene influencia en el ejecutivo mexicano.
A su regreso a Colombia, Granda insistió en responsabilizar del incidente al gobierno colombiano. Dijo que la orden internacional de captura fue activada por algún alto funcionario que está en contra del proceso de paz.
El gobierno colombiano dijo que le había advertido a Granda hace tres semanas del riesgo de una captura si viajaba al exterior.