"Biden lo verá como un logro y querrá atribuirse el mérito. No es la razón principal, pero por supuesto tiene una dimensión política", dijo Herzog en declaraciones a la Radio del Ejército, que fueron recogidas por medios israelíes.
Herzog también abordó las crecientes diferencias entre Washington y el Ejecutivo israelí con respecto a la guerra en la Franja de Gaza Hamas, pero afirma que las relaciones en general son "fuertes".
"La mayoría de las cosas con las que nos ocupamos no se revelan al público, pero son muy importantes", dijo.
Biden, de 81 años, buscará un nuevo mandato en las elecciones de noviembre, pero su desempeño está siendo fuertemente cuestionado, especialmente tras un debate con su contrincante, el expresidente Donald Trump, en el que titubeó repetidamente y no logró hilar varias frases de manera coherente.
Estados Unidos, Catar y Egipto se encuentran mediando entre Israel y Hamás para lograr un cese el fuego tras nueve meses de guerra que permita el rescate de los 116 rehenes israelíes que aún se encuentran cautivos en la Franja, así como la entrada de ayuda humanitaria en el devastado enclave palestino.
El equipo israelí de negociación -encabezado por David Barnea, jefe de la agencia de inteligencia Mossad, Ronen Bar, jefe de la agencia de Seguridad Interior Shin Bet, y un representante de los familiares de rehenes- llega a Doha este miércoles, según Kan, la radio pública israelí.
Las familias de los rehenes han sacudido a Israel con multitudinarias marchas para exigir la renuncia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyhau, así como un acuerdo de tregua que permita la liberación de sus seres queridos.
El lunes, la plataforma que representa a los familiares de los rehenes pidió a Netanyahu que retrase su viaje previsto el 24 de julio a Estados Unidos, donde dará un discurso durante una sesión del Congreso, hasta lograr un acuerdo con Hamás.
Sin embargo, Netanyahu también recibe una fuerte presión para no aceptar ningún pacto con el grupo islamista por parte de sus socios ultraderechistas de coalición, quienes amenazan incluso con dejar el Gobierno.
El primer ministro israelí publicó el domingo una lista de sus líneas rojas de cara a las negociaciones, subrayando que cualquier acuerdo deberá "permitir a Israel reanudar los combates hasta que se hayan logrado todos los objetivos de la guerra", es decir, desmantelar a Hamás y rescatar a todos los rehenes.
Sin embargo, Hamás ha insistido en que cualquier pacto debería garantizar un alto el fuego permanente.
Además, el grupo islamista dijo el lunes que los nuevos ataques del Ejército de Israel en Ciudad de Gaza, que están ocasionando el desplazamiento forzado de sus habitantes y el colapso de hospitales, podrían llevar las negociaciones al "punto cero".