El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS) publicó un informe titulado "Tendencias militares recientes en Corea del Norte", en el que se advierte que desde la integración de tropas norcoreanas en la guerra entre Rusia y Ucrania, han muerto 1.100 soldados. A pesar de estas bajas, Pyongyang estaría planificando una nueva rotación o envío adicional de efectivos.
La inteligencia surcoreana informó que Corea del Norte no solo mantiene su compromiso militar con Rusia, sino que ha incrementado el suministro de lanzacohetes de 240 milímetros y artillería autopropulsada de 170 milímetros. Estos movimientos forman parte de la alianza estratégica entre ambos países, consolidada en junio con un tratado de cooperación militar.
El documento advierte que Corea del Norte estaría desarrollando y fabricando "drones suicidas" para Moscú. Estos dispositivos, diseñados para estrellarse contra objetivos enemigos, están en proceso de producción masiva tras la instrucción del líder norcoreano, Kim Jong-un, en noviembre pasado.
El informe también subraya que las acciones de Pyongyang buscan modernizar sus capacidades militares y adquirir experiencia práctica en el campo de batalla. Esta modernización podría representar un aumento significativo en la amenaza militar hacia Corea del Sur y otras naciones de la región.
El reporte surcoreano coincide con declaraciones recientes del Servicio Nacional de Inteligencia, que informó al parlamento que Rusia podría ofrecer beneficios recíprocos a Corea del Norte. Estos incluirían mejoras en las armas convencionales del país asiático como parte del apoyo militar mutuo entre ambas naciones.