La llegada de los Juegos Olímpicos de París 2024 es una gran oportunidad para nuestros deportistas nuevamente, de mostrar sus habilidades e intentar romper récords, diplomas y eventualmente pararse en los apetecidos podios con las medallas. En Londres 2012 y Río 2016 nuestros deportistas pusieron a vibrar al país. Las justas de Tokio, aplazadas para 2021 por la pandemia, no fueron las más espectaculares y la delegación decreció como muchos otros países.
En esta ocasión la delegación colombiana cuenta para viajar a Francia con un total de 89 que representarán a nuestro país. El evento que termina el próximo 11 de agosto ya tiene un gran sinsabor para la delegación. A pesar de las intenciones y gestión del director del Comité Olímpico Colombiano, Ciro Solano, el Gobierno Nacional, por medio del Ministerio del Deporte decidió reducir los premios por participación y medallas con respecto a los anteriores Juegos de Tokio.
Cada vez que hay competencia de alto nivel se crea en el Ministerio una tabla de incentivos en dinero que se entregan a los deportistas que logren medallas de oro, plata o bronce. Los incentivos también cobijan a sus respectivos entrenadores. Para París 2024, comparado con Tokio, el nivel de los incentivos se redujo de manera dramática.
La resolución expresa que: “los medallistas de Juegos Olímpicos y Paralímpicos contarán con un incentivo, dependiendo de la posición en el podio que ocupen.
Para los medallistas de oro, por ejemplo, es de 240 salarios mínimos legales vigentes, lo que sería un monto de 312 millones de pesos. Los de plata, de 140 salarios mínimos legales vigentes, lo que equivale a 182 millones de pesos y los de bronce, de 100 salarios mínimos, lo que corresponde a 130 millones de pesos. Los entrenadores de los atletas que ganen medalla también tendrán su estímulo: los que logren el oro, tendrán derecho a 120 salarios mínimos, que suman 156 millones de pesos; los de plata a 70 salarios mínimos, que son cerca de 91 millones de pesos y los de bronce, 50 salarios mínimos, que equivalen a 65 millones de pesos. Todas las cifras son aproximadas, teniendo en cuenta salario mínimo legal establecido por el Gobierno Nacional, en 2024”.
Si se compara lo que entregará Ministerio del Deporte a los medallistas en París 2024 con el valor de los salarios mínimos legales vigentes de la resolución de agosto del 2021 para la anterior ocasión de Tokio, la diferencia es de 31 millones de pesos en el caso del oro, 9 millones en el caso de plata y 7.8 millones en el caso de bronce.
El lío comenzó cuando en esta ocasión no se incluyó el incremento que había firmado el ministro del Deporte del gobierno anterior Guillermo Herrera, es decir la resolución del 5 de agosto del 2021. Si se hubiera hecho el incremento sobre los valores que aprobó el gobierno anterior todo estaría bien, pero calcularon sin tener en cuenta todos los elementos y por supuesto el número quedó mal. Los deportistas, a regañadientes estarán enfocados en su rendimiento deportivo, por ahora, una vez vuelvan de París vendrá la batalla por reclamar los premios.
No estamos ante un gobierno que tenga al deporte como prioridad. Con el episodio de la pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos 2027 que iban a ser en Barranquilla, rápidamente todo el deporte nacional se dio cuenta de lo dramático del asunto. La excusa del presidente Petro de que un funcionario “no logró” girar los recursos a tiempo dejó al país destemplado. Quedó la duda, eso sí, de si fue intencional, por negligencia o por ignorancia.
La realidad es que Panam Sports rápidamente canceló el compromiso a Colombia y los juegos se organizan en otra sede, lo que supone una pérdida difícil de calcular para la ciudad de Barranquilla (a nivel turismo y economía indirecta) y para los deportistas.
Los gobiernos anteriores apoyaron decididamente a los deportistas. Durante el mandato de Juan Manuel Santos, por ejemplo, se aumentó el presupuesto para Coldeportes de manera significativa. Luego en el mandato de Iván Duque, el director de la entidad, Ernesto Lucena, logró convencer al gobierno de que había que transformarse en Ministerio para darle mayor alcance a las actividades de formación, fomento, desarrollo de infraestructura y por supuesto robustecer la temida área de vigilancia y control.
Desde tiempos ancestrales, las naciones ligan el poderío político de la mano del deportivo. No por casualidad las grandes potencias son las que pelean las medallas de la mayoría de disciplinas. En agosto de 2022 con el nombramiento por parte de Petro de una medallista de oro en Sydney 2000 se creía que había un compromiso gubernamental, pero todos sabemos en dónde terminó lamentablemente el funesto paso de María Isabel Urrutia por la cartera.