En una entrevista exclusiva de El Tiempo con Otty Patiño, recién designado Alto Comisionado para la Paz en Colombia, se revela su disposición a entablar conversaciones con el 'Clan del Golfo'. Patiño, reconocido politólogo, escritor y exmiembro del M-19, abordó diversos temas, incluida la tolerancia social y política hacia la economía ilegal en el país.
El alto comisionado, quien formó parte del equipo que acordó la paz en 1990 con el presidente Barco, destacó la necesidad de abordar la tolerancia social y política hacia las actividades ilegales. Patiño subrayó que existe una preocupante convivencia con la economía ilegal, incluyendo el narcotráfico, la minería ilegal y otros negocios ilícitos.
En cuanto a su pasado como miembro del M-19, Patiño compartió sus motivaciones para unirse al grupo guerrillero. Su experiencia en una misión misionera en San José de Ocumé, Vichada, lo inspiró a proteger a los indígenas de los colonos. Este sentido de justicia social lo llevó a formar parte del Comando Superior del M-19, aunque confiesa que aún no comprende completamente por qué asumió ese rol.
Patiño también recordó su participación en la Asamblea Constituyente tras la desmovilización del M-19. Argumentó que el Estado colombiano en ese momento estaba fallido, con el asesinato de varios candidatos presidenciales, lo que motivó su apoyo a la convocatoria de una constituyente.
En relación con el presente, Patiño afirmó que el año en curso será determinante para alcanzar la "paz total" en Colombia. Utilizó el término "masa crítica" para describir la necesidad de generar un impulso abrumador a favor de la paz en los territorios afectados por el abandono estatal, la presencia armada y las economías ilegales.
En una reflexión crítica sobre la economía colombiana, el alto comisionado señaló la necesidad de revisar el modelo económico actual. Alertó sobre la contaminación de la economía, caracterizada por la coexistencia de actividades ilegales y legales, y abogó por un cambio que aborde las economías dañinas que afectan al país.
La postura abierta de Patiño hacia el diálogo con el 'Clan del Golfo' y sus reflexiones sobre la economía ilegal y el modelo económico en Colombia generan un debate en el panorama político y social del país.
